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MANIFIESTA

Nunca, nada, empieza ahora

Hoy la televisión escupe opinión y el diario riega impunidad. Hoy la opinión pública se traga lo que publican para que trague. Y destila veneno. Pero cuánto podía durar.

 

Salgo, plaza Flores ahora se está llenando de compañerxs. Camino, el delantal puesto y el bombo calzado –la marcha sin agite no es marcha-. Una señora viene caminando y cuando me cruza me dice “Fuerza!” levantando la mando donde cuelga la cartera. Llego a Rivadavia, paso por un puesto de diarios y el diariero dice “¡Vamos los docentes!” mientras golpea el techito verde. Hago unas cuadras más y me cruza un señor, mayor, pulgar arriba, dice “No aflojen!”

 

Ponele que sos maestrx, que tenés tres laburos, que laburás de lunes a sábado, que tenés la alegría de compartir aprenderes con cientos de chicas y chicos. Ponele que un día, arbitrariamente, cierran grados, cursos, que un día se caen un pedazo de techo, que otro día se llueve, que no hay gas en invierno, que la comida del comedor es indigna o te caen con unas ideas novedosísimas que esconden, siempre, negociados, donde se benefician otros, nunca chicas y chicos. Ponele que se reclama por vía jerárquica y que nunca hay respuesta. Ponele que encima los ves salir, camisita impecable y saquito (corbata no, viste? Eso da cool) a decir que no pasa nada, que está todo bien, que solucionaron todo. Ponele, por último, que encima lanzan una campaña de desprestigio sobre los docentes, cabalgando en las famosas 4 horas y los 3 meses de vacaciones, en donde todo lo que sale mal en las escuelas es culpa de lxs maestrxs. Y ponele que volvés a tu escuela, taller, programa, centro educativo, y ves que no, comprobás a cada rato que no. Que no sólo no solucionaron nada y además agregaron problemas, injusticas y arbitrariedades, sino que además los que sostenemos, poniendo el cuerpo cada dia, somos lxs maestrxs.

 

Entonces los guardapolvos un día dejaron una hipotética blancura. Cómo iban a quedar blancos, neutros, igualitos uno al otro si tienen tanta mañana, tanto lápiz, tanto abrazo? Cómo iban a quedar blancos, neutros, igualitos uno al otro si tienen tanto que decir, tanto que contar, tanto que gritar?

 

Nunca, nada, empieza ahora.

Cuando el pseudo periodista arremete contra el paro docente, lxs maestrxs llevamos miles de horas de trabajo, sueños y sueño, de charlas con chicas, chicos, familias, intentando que lo que pase en la escuela sea lo mejor a pesar de las políticas educativas de los gerentes de turno en el gobierno (ojalá algún día no nos gobiernen empresarios)

Los que paramos lo hacemos, justamente, porque trabajamos y justamente porque padecemos y vemos padecer a nuestrxs chicxs una política perversamente superficial.

Y porque no seremos cómplices.

 

Cuando se acuerdan, malamente, de nosotxs, hace rato que venimos marchando.

Es un poco triste que no puedan verlo.

Tanto como ver a otrxs trabajadores repetir discursos de una bajeza ética e intelectual desopilante.

 

Pero es una alegría encontrarnos en la calle con lxs miles que sostenemos el carácter público de la escuela.

 

Ellos son el ahora fugaz de la notita mezquina, el discurso berreta y la hipocresía en camisita cool.

 

Nosotrxs somos ayer lo que seremos mañana.

Maestrxs para enseñar donde sea, a quién sea, que es una cuestión de derechos.

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