Como aquel famoso poema de Bertolt Brecht los habitantes de la ciudad de Buenos Aires que eligieron, y re eligieron, esta gestión, miran para otro lado porque no les importan los demás.
Claro, ellos no son locos, artistas, vendedores, docentes, simplemente jóvenes, médicos, periodistas o trabajadores, simplemente.
O, tal vez sí lo sean, y entonces el habitante de la Ciudad de Buenos Aires, que votó esta gestión, no se define por lo que hace, sino por lo que no hace y por lo que le deja hacer a la gestión que votó.
Se define por mirar para otro lado mientras su gestión endeuda a la ciudad en millones, que seguiremos pagando cuando no estén; aumenta los impuestos sin que nada mejore y se corte la luz por días o se inunde la casa hasta el techo; destruye la ciudad con obras estúpidas e innecesarias -mejor dicho, necesaria para aumentar sus patrimonios personales-; avasalla conquistas que no tienen partido político sino que garantizan derechos, tanto en salud como en educación.
¿Y cómo instalan esta política de destrucción, enriquecimiento, corrupción y avasallamiento? Siguiendo paradigmas de últimas dictaduras -se ve que les enseñaron bien-: mediante la represión, mediante la persecución, el apriete velado o evidente, haciendo escuchas telefónicas o mandando una patota, amenazando a directores de hospitales o supervisores docentes o mandando una patota, poniendo rejas en lugares públicos y mandando una patota.
Una patota que antes era la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) y ahora se llama Policía Metropolitana, que vos, que lo votaste, dejaste crecer, porque antes eran unos cuantos patovicas violentos y ahora son cientos y armados.
Mirando para otro lado fuiste y sos cómplice de que un empresario destruya impunemente la ciudad que muchos amamos y además use el terrorismo de Estado como herramienta de control, porque lo que pasó ayer en el Borda es eso lisa y llanamente.
Pero bueno, como en el famoso poema de Bertolt Brecht, cuando te toque a vos va a ser tarde.
Mientras tanto los porteños, de verdad, seguiremos en nuestros trabajos, defendiendo lo que hay que defender y en la calle compartiendo luchas por el bien de todos, vos incluído.
Vos quedate en tu casa tranquilo que ya te van a golpear la puerta.
Y no me vengas con lo de que no te va lo de “Macri malo Cristina buena” TODO ESTADO ES REPRESOR.
Estoy repitiendo que ayer la Policía Metropolitana del gobierno que votaste o vas a votar actuó como en la dictadura, como fuerza de choque de un negocio que ni siquiera te beneficiará a vos.
Fijate que ayer no les importó balear a un médico, una de las carreras más reconocidas universitariamente, y a un interno de ese hospital, tal vez de los que menos tienen en la ciudad.
Viste? Tenían razón: en todo estás vos, porque sos cómplice.
Como aquel famoso poema de Bertolt Brecht los habitantes de la ciudad de Buenos Aires que eligieron, y re eligieron, esta gestión, miran para otro lado porque no les importan los demás.
Claro, ellos no son locos, artistas, vendedores, docentes, simplemente jóvenes, médicos, periodistas o trabajadores, simplemente.
O, tal vez sí lo sean, y entonces el habitante de la Ciudad de Buenos Aires, que votó esta gestión, no se define por lo que hace, sino por lo que no hace y por lo que le deja hacer a la gestión que votó.
Se define por mirar para otro lado mientras su gestión endeuda a la ciudad en millones, que seguiremos pagando cuando no estén; aumenta los impuestos sin que nada mejore y se corte la luz por días o se inunde la casa hasta el techo; destruye la ciudad con obras estúpidas e innecesarias -mejor dicho, necesaria para aumentar sus patrimonios personales-; avasalla conquistas que no tienen partido político sino que garantizan derechos, tanto en salud como en educación.
¿Y cómo instalan esta política de destrucción, enriquecimiento, corrupción y avasallamiento? Siguiendo paradigmas de últimas dictaduras -se ve que les enseñaron bien-: mediante la represión, mediante la persecución, el apriete velado o evidente, haciendo escuchas telefónicas o mandando una patota, amenazando a directores de hospitales o supervisores docentes o mandando una patota, poniendo rejas en lugares públicos y mandando una patota.
Una patota que antes era la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) y ahora se llama Policía Metropolitana, que vos, que lo votaste, dejaste crecer, porque antes eran unos cuantos patovicas violentos y ahora son cientos y armados.
Mirando para otro lado fuiste y sos cómplice de que un empresario destruya impunemente la ciudad que muchos amamos y además use el terrorismo de Estado como herramienta de control, porque lo que pasó ayer en el Borda es eso lisa y llanamente.
Pero bueno, como en el famoso poema de Bertolt Brecht, cuando te toque a vos va a ser tarde.
Mientras tanto los porteños, de verdad, seguiremos en nuestros trabajos, defendiendo lo que hay que defender y en la calle compartiendo luchas por el bien de todos, vos incluído.
Vos quedate en tu casa tranquilo que ya te van a golpear la puerta.
Y no me vengas con lo de que no te va lo de “Macri malo Cristina buena” TODO ESTADO ES REPRESOR.
Estoy repitiendo que ayer la Policía Metropolitana del gobierno que votaste o vas a votar actuó como en la dictadura, como fuerza de choque de un negocio que ni siquiera te beneficiará a vos.
Fijate que ayer no les importó balear a un médico, una de las carreras más reconocidas universitariamente, y a un interno de ese hospital, tal vez de los que menos tienen en la ciudad.
Viste? Tenían razón: en todo estás vos, porque sos cómplice.
federico mercado
Como aquel famoso poema de Bertolt Brecht los habitantes de la ciudad de Buenos Aires que eligieron, y re eligieron, esta gestión, miran para otro lado porque no les importan los demás.
Claro, ellos no son locos, artistas, vendedores, docentes, simplemente jóvenes, médicos, periodistas o trabajadores, simplemente.
O, tal vez sí lo sean, y entonces el habitante de la Ciudad de Buenos Aires, que votó esta gestión, no se define por lo que hace, sino por lo que no hace y por lo que le deja hacer a la gestión que votó.
Se define por mirar para otro lado mientras su gestión endeuda a la ciudad en millones, que seguiremos pagando cuando no estén; aumenta los impuestos sin que nada mejore y se corte la luz por días o se inunde la casa hasta el techo; destruye la ciudad con obras estúpidas e innecesarias -mejor dicho, necesaria para aumentar sus patrimonios personales-; avasalla conquistas que no tienen partido político sino que garantizan derechos, tanto en salud como en educación.
¿Y cómo instalan esta política de destrucción, enriquecimiento, corrupción y avasallamiento? Siguiendo paradigmas de últimas dictaduras -se ve que les enseñaron bien-: mediante la represión, mediante la persecución, el apriete velado o evidente, haciendo escuchas telefónicas o mandando una patota, amenazando a directores de hospitales o supervisores docentes o mandando una patota, poniendo rejas en lugares públicos y mandando una patota.
Una patota que antes era la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) y ahora se llama Policía Metropolitana, que vos, que lo votaste, dejaste crecer, porque antes eran unos cuantos patovicas violentos y ahora son cientos y armados.
Mirando para otro lado fuiste y sos cómplice de que un empresario destruya impunemente la ciudad que muchos amamos y además use el terrorismo de Estado como herramienta de control, porque lo que pasó ayer en el Borda es eso lisa y llanamente.
Pero bueno, como en el famoso poema de Bertolt Brecht, cuando te toque a vos va a ser tarde.
Mientras tanto los porteños, de verdad, seguiremos en nuestros trabajos, defendiendo lo que hay que defender y en la calle compartiendo luchas por el bien de todos, vos incluído.
Vos quedate en tu casa tranquilo que ya te van a golpear la puerta.
Y no me vengas con lo de que no te va lo de “Macri malo Cristina buena” TODO ESTADO ES REPRESOR.
Estoy repitiendo que ayer la Policía Metropolitana del gobierno que votaste o vas a votar actuó como en la dictadura, como fuerza de choque de un negocio que ni siquiera te beneficiará a vos.
Fijate que ayer no les importó balear a un médico, una de las carreras más reconocidas universitariamente, y a un interno de ese hospital, tal vez de los que menos tienen en la ciudad.
Viste? Tenían razón: en todo estás vos, porque sos cómplice.
federico mercado